En cuanto al huevo, la equivocación de los expertos es uno de los grandes fiascos nutricionales de la segunda mitad del siglo XX. En los 70’s nos dijeron que limitáramos la ingesta de colesterol a más o menos 1 solo huevo al día.

Esto se tambaleó décadas después en un estudio de la Asociación Médica Estadounidense que implicó 118,000 personas, donde no se encontró asociación alguna entre el consumo de huevo y las enfermedades del corazón.

Lo más sorprendente es que otro ensayo de American Journal of Clinical Nutrition, observó que comer 12 huevos a la semana casi no tenía efecto en los niveles de colesterol.

En 2015, tras décadas de sugerir desechar la yema cada vez que se rompía un huevo, los expertos que dan forma a los lineamientos dietéticos del USDA al fin reconocieron que su recomendación contra el colesterol dietético no tenía sustento científico.

Afirmaron entonces que se debía eliminar la advertencia en contra del colesterol.

Ah… por cierto… la clara del huevo es 88% agua… y 70% de los nutrientes del huevo están en la yema.

Fuentes:

F. B. Hu et al., “A prospective study of egg consumption and risk of cardiovascular disease in men and women”, JAMA, 21 de abril de 1999, 281( 15): 1387-1394.

N. R. Fuller et al., “The effect of a high-egg diet on cardio-vascular risk factors in people with type 2 diabetes: the Diabetes and Egg (DIA-BEGG) Study— a 3-mo randomized controlled trial”, Am J Clin Nutr, abril de 2015, 101( 4): 705-713.

Scientific Report of the 2015 Dietary Guidelines Advisory Committee, US Department of Health and Human Services, US Department of Agriculture, Washington, D. C., febrero de 2015.