La carne de libre pastoreo es mejor para el medio ambiente, los animales, tu salud y menos susceptible a contaminación.

Tiene 5 veces más grasa omega-3 (desinflamatoria) y menos grasa omega-6 (inflamatoria). Un balance saludable de estas 2 grasas es 1:1 (la res de engorda tiene 1:7).

También tiene más nutrientes (minerales, vitaminas y antioxidantes).

La carne tiene ácido linoleico conjugado (CLA) una grasa trans buenísima, presente en pocos alimentos, la mejor fuente es la grasa de los rumiantes (vacas, ovejas y, en la cima, los canguros). El CLA ralentiza el crecimiento de tumores, previene ateroesclerosis, disminuye triglicéridos y riesgo de diabetes y controla el peso. La carne de pastoreo tiene 500% más CLA.

Pero puede costar hasta el doble ya que estos animales tardan más en ganar peso, no comen cereales baratos, ni los inyectan con antibióticos u hormonas y requieren más terrenos y forraje de calidad.

En México solo 5% del gasto familiar se va en alimentos (INEGI 2016). En Europa llega hasta 20%. Reorganizar el presupuesto y concentrarnos en mejores alimentos nos beneficia a corto plazo y nos ahorra mucho en gastos de salud. Tampoco necesitas comer 350g de filete, basta con 120-180g. Es más importante calidad que cantidad.

Puede ser complicado conseguir carne de pastoreo, pero ya hay más opciones: (1) ve a tu carnicería de confianza y pregunta por el origen de la carne, (2) hay empresas certificadas que envian tu carne a domicilio, googlealas, (3) marcas como Verdes Motivos ya la vende en Chedraui y Superama.

Fuente:

Hyman, Mark. ¿Qué carajos debo comer? (Colección Vital). Penguin Random House Grupo Editorial México