El fin de semana pasado, platicaba con una querida amiga y alumna de nuestro programa de cambio de hábitos acerca de cómo los límites en la constitución física son en realidad difusos y el salto de un tipo de cuerpo a otro se parece más a la degradación de un color a otro en el arcoíris 🌈

Mucho tiempo quise pesar menos de lo que mi complexión requería porque “me sentía gorda” 🐡 me esforcé en lograrlo hasta el punto de dañar mi cuerpo.

Sobre todo las mujeres, vivimos persiguiendo estándares de perfección porque se nos educa a partir de modelos externos 👙 y no a través del auto conocimiento.

Más allá del desequilibrio social que esto genera, hay un efecto secundario al que no estamos prestando suficiente atención:

🚨 Vivimos persiguiendo objetivos que sólo existen en nuestra mente, siendo que el único vehículo que tenemos para alcanzarlos es nuestro cuerpo 🤔

Ya sea una imagen estética o una mórbida, injusticia es obligar a mi cuerpo a ser algo que no es.

Repite después de mi:

  • 👉 Injusticia es obligar a mi cuerpo a ser algo que no es.

Cuando lo entiendes, se abre el camino para 👉 Dirigir a tu cuerpo a ser su mejor versión 😍

¿Notaste que cambié OBLIGAR por DIRIGIR? Esto es porque el cuerpo humano es en esencia, un animal que evoluciona lentamente.

¿Y porqué “SU MEJOR VERSIÓN”? Cada cuerpo tiene una constitución biológica particular, con su propio punto de perfección y degradación.

Qué pasaría si antes de contar calorías, volverte 100% keto o subirle 30 minutos a tu cardio te preguntaras ¿cuál es MI mejor versión?

¿Tú también piensas que la verdadera diversidad incluye muchos tipos de perfección?