El “Nutricionismo” es la ciencia que separa los componentes dietéticos en partes individuales, como vitaminas o grasas, y los estudia de forma aislada.

Esto funciona con medicamentos, donde una única molécula ataca una enfermedad particular. Pero no es útil con los alimentos. Lo que comemos tiene muchos componentes diferentes que además interactúan entre sí y con la bioquímica del cuerpo.

Tú no comes ingredientes, sino comida con docenas de ingredientes distintos.

Hay mucho que la ciencia desconoce de como los alimentos nos afectan, solo basarse en información de los nutrientes nos lleva a tomar decisiones erróneas.

La expresión más universal del Nutricionismo está en las etiquetas de “Información Nutricional”. Contar calorías de estas etiquetas es casi obsesivo para muchos. Pero perder peso no solo es cuestión de calorías.

No se trata tanto de cuantas calorías, si no de su calidad: 1,000 calorías de Pepsi no son 1,000 calorías de nueces.

La información nutricional es confusa porque el fabricante hace el paquete del tamaño que quiere, y decide la porción. Así declara solo las calorías por porción haciendo parecer los números más pequeños.

La confusión colectiva envía el mensaje de que no somos responsables de lo que comemos; así permitimos a las grandes empresas cargar con esa responsabilidad.

Pero, si tenemos claridad y no nos dejamos afectar por tendencias, reportes contradictorios, noticias amarillistas, publicidad antiética y afirmaciones engañosas de los empaques nosotros ganamos.