Hoy nos siguen recomendando cocinar con aceites vegetales altamente procesados como el de canola (sólo 7% de grasa saturada), cártamo (10%), maíz (13%), soya (15%) y margarina (17%), mientras piden alejarse de la mantequilla (68% grasa saturada) y el aceite de coco 🥥 (91%).
Justo lo contrario a lo que dicen las investigaciones más recientes y confiables.
Las grasas INsaturadas son más susceptibles a oxidarse. Se dañan con facilidad y se vuelven rancias al calentarlas en exceso 🔥
Las grasas y aceites son volátiles, al punto cuando les calentamos y no paran de humear se le conoce como “punto de humeo”, las moléculas se descomponen y liberan radicales libres y sustancias tóxicas ☠️
Por seguridad, elige el aceite apropiado al cocinar. Ejemplo, el aceite de oliva es un alimento milagroso, lleno de grasa saludable, polifenoles, antioxidantes y compuestos antiinflamatorios. Solo un par de cucharadas al día protegen el corazón 💓
Pero tiene un punto de humeo bajo (180 °C). Por eso, es mejor usarlo crudo en aderezos o salsas cocidas a fuego bajo.
Es mejor cocinar o freír con grasas saturadas como mantequilla, aceite de coco 🥥 o ghee (mantequilla clarificada) con puntos de humeo más altos 👌
Igual son buenas opciones la manteca de cerdo 🐷 y el sebo de res 🐮
Las moléculas de las grasas saturadas contienen dobles enlaces sólidos y es menos probable que se descompongan y se conviertan en grasas oxidadas dañinas.
Son más nutritivas, tienen más sabor y son más estables que los aceites vegetales refinados.
Fuente:
Hyman, Mark. ¿Qué carajos debo comer? (Colección Vital). Penguin Random House Grupo Editorial México.