Si la energía fuera dinero, estaríamos arruinados. Ponemos el modo ocupado como estatus. No tener tiempo significa éxito, llevamos la fatiga como insignia de honor.
Encima, vemos el ejercicio como algo que sucede aparte de nuestras vidas. Reduciendo la actividad física a una tarea por cumplir e ignorando la sofisticada interconexión biológica del cuerpo.
¿Te ha pasado o conoces a alguien que diario va al gimnasio y nunca logra su cuerpo soñado?
Si tu respuesta es si, danos follow y regálate 2 min cada miércoles para aprender a estar en excelente forma invirtiendo menos tiempo y dinero. Te lo vas a agradecer.
Muchos dañan su salud al hacer ejercicio en un nivel extremo. Se sabe que esto contribuye a una mayor permeabilidad intestinal. ¿Te estás excediendo?
Es mejor ver la vida como un ejercicio en potencia. En lugar de “cumplir la cuota” dejemos de hablar de ejercicio y pensemos en términos de movimiento. Esto es, movernos más durante el día, a lo largo del día, cada día.
El movimiento y el ejercicio mejoran el sistema inmunitario, favorecen la creación de mitocondrias que mejoran la capacidad del cuerpo para producir energía y modifican la composición de la microbiota del intestino.
¿Cómo se verá tu día cuando planifiques para mantenerte en movimiento?