Alza la mano si: despiertas y antes de salir de la cama, tus asuntos con el mundo ya invadien tu mente, te levantas estresad@ empujándote como quien se mete a la fuerza en un vagón del metro; pasas tu día sintiendo que siempre haces algo para otros y cuando por fin buscas desconexión; todo son pantallas, sonidos e imágenes en movimiento.

La relajación es lo primero que dejamos para el último. Pero controlar el estrés interrumpe la liberación de cortisol, una hormonas de respuesta al estrés.

Evolutivamente el estrés es la forma de afrontar el peligro. En la prehistoria si nos atacaba un león, era correr o luchar hasta pasado el peligro.

No te está atacando un león, si no tu vida: Tu cuerpo cree estar en crisis y produce cortisol para hacer frente al problema, lo que altera tu equilibrio hormonal.

Cuando tienes al león sobre ti, procesar la comida es solo distracción, lo más urgente es enviar energía en el torrente sanguíneo. Y cuando esto se prolonga lleva a aumento de peso, alteraciones del sueño y a agotar el sistema inmunitario.

Podemos compensarlo con descanso y relajación, para aumentar la producción de saliva, liberar enzimas digestivas, bajar el ritmo cardiaco y relajar los músculos, y así digerir la comida y dormir mejor.

Cada lunes, hablaremos de Relajación para apoyarte a mejorar tu balance hormonal, reducir tus niveles de inflamación y regular tu digestión.